6.15.2008

poemas quebradizos

siento tu piel blanca
escurrir
como lo haría mi semen
en tu cuerpo
esbelto,
quieto
y deseoso

una amabilidad de mi parte
haría la conciencia
negra
como el demonio
que habita
las nubes
en noches de tromba

¿qué hago nena,
si no presento lo que hay?

¿fumar lo que vuela
frena las penas
obscenamente inocentes?

no estorben,
quítense
para liberarme

abran esa puerta
y acepten
lo que uno no puede explicar

oh no
oh no
oh no

no hay cabida guapo,
quedate dónde estas
y no te muevas,
crucifícate
ante la naturalidad
de una forma de vida impuesta

no rompas cadenas,
quedate tal como estas,
simpático y sumiso
equilibrado y ensimismado

no te precipites,
la paciencia lo hace todo


lame la bota de los antepasados,
aferra tus intenciones
a la claustrofobia
del occidente pueblerino

adecuarse a los estándares
de lo dicho
y lo hecho,
encadenado
a las fuerza de la decepción
citadina


hay que librarse...

es lo que hay que hacer...

como si el hacer fuera
tal cosa

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en el culo de jesucristo está escondida la sortija de nuestras mujeres