6.21.2008

robinson cruzó

amanezco disuelto como un alka-seltzer en este vaso rutinario y con afición a las tradiciones, siento el calor que entra desde esta nueva ventana en la que convivo con lo de siempre, una extraña sensación de variación estando donde mismo. afirmo pues la disonancia entre mi vida y mi mente, afirmo lo que negaría si pudiera, afirmo la imposibilidad de la evasión. veo al puto gato estirando los ojos flojamente y le reclamo la tranquilidad que me ha arrebatado, parece que fugazmente mis particulares formas de llevar la vida son de todos o al menos todos los ojos que uno quisiera esquivar están presentes desde las alturas. y no hablo de dios, dios no ve. y espero que no escuche el muy cabrón.
es temprano aún, o eso quiero pensar. ya destapé dos birras e iré por la tercera antes de saber de la rutina, es lo mejor que puedo hacer, aunque no sea lo correcto. ahora bien, ahora mal. oh, carlos hermano, cuánta razón tienen tus palabras, desgraciadamente la razón vale cada vez menos, como el petroleo y esas mierdas que nos tienen agarrados de los que se chupan por ajenas y conocidas. hablo de nuestra naturalidad de concebir todo como una puta cagada chorrienta del mundo, y por si fuera poco sentir que, nosotros, nuestros sentidos y nuestras acciones, van conforme al ritmo de toda esa mierda inevitablemente, que todo lo que hacemos corresponde a una predisposición estructural (invisible) que nunca deja de estar ni de sobreponerse.
por otro lado ¿qué es lo que veo en este escritorio del otro hermano que también es tuyo? polvo, whisky, vodka raspberry y las botellas de mis birras vacías, desconsoladas, como uno sin el líquido. viva, viva, viva…el alcohol
11:26 am, estoy frito.

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en el culo de jesucristo está escondida la sortija de nuestras mujeres