Poesía del Licenciado Montaño

híjole, 

ya no sé 

ni con quién ir a comer,

tengo tanto amigos

que ya no quiero a ninguno

y de todos me cuido

mis pendientes son tantos

que no hay carpetas que los abarquen,

mi firma ya no es la misma

y les doy cheques a lis niños en la calle

a veces me desespero con mi camioneta

porque es un poquito más vieja

que le de un empleado que tengo,

ya no me gusta el whisky

ahora compro vino tinto

que me traen de europa

y eructo para degustar,

es que he tomado tanto

que mi cuerpo se ha cansado un poco,

él y yo siempre estamos sentados,

yo fumo mientras él descansa,

tomo cafecito que me trae la secre

a la que le veo el culo:

gordas, viejas y jovencitas,

ya saben

los de mi tipo somos recalientes

y con la papa

ellas también

bueno,

me voy porque se me hace tarde,

por mí seguiría escribiendo

pero tengo que ir a uuna comida

muy importante,

además de que los problemas

de nuestra nación

se solucionan

en un buen restaurante

poesía del artista chingón

tengo hambre

mucha hambre,

también estoy aburrido

de pensar

leer 

y ver tele,

soy pintor desde que me corrieron

de la escuela por desmadrozo,

ahora digo que no estudié

porque lo mío es mi arte,

que de tu arte

a mi arte

mejor mi arte,

pero la verdad

es que ya ni pinto,

esta depresión no hace otra

cosa más que tumbarme en la cama,

pago renta cuando puedo

porque soy independiente 

desde hace un año antes que tú

y mi nihilismo no me permite

rentarle a otro

que no sea artista,

así que aparte de la desgracia de ser yo

lío con la renta y la casera

cuando me emborracho

hago puras babosadas

y resongo porque nadie me entiende,

y ya que las mujeres me encantan

caigo en la tarugada

de hablar de mí

pedirles un cigarro

gorrearles chela 

y encima hostigarlas,

razón por la cual 

siempre amanezco crudo

crudo de alcohol

crudo de remordimientos

cuando vuelvo a verlas

sobrio finjo no haber sido yo

el de aquella ocasión

pero vuelvo hablarles de mi arte

así que las despido 

tal como me despiden cada 

que agarro una chamba

en las galerías me cobran

porque no soy conocido,

ni saben, les digo

no, no sabemos, me responden

camino cabizbajo por las avenidas

y no me persino cuando paso

frente a una iglesia,

me limito a mirarla

y dibujarla a lápiz,

y como nomás me salen

las cosas en óleo

pues tiro la hoja antes 

de que algún amigo la lea,

y cuando por fin vendo una pintura

o expongo en 

exposiciones colectivas

de personas iguales a mí

(bueno, no iguales, similares),

nadie me baja de mi nube

y velvo a renacer

y ya,

 se me quita el hambre

y sigo

Los carros de las engañadas

Puede ser cualquiera,

la que sea que quiera

la que se ponga de modito 

cuando su novio riquito

lo quiera,

eso en primer momento

aún falta el gimnasio y el spining

para antes de la fiesta de la boda,

la depilación,

los últimos agasajitos con sus

mejores amigos

HACERSE

antes de ser la señora de Junior

hijo de Don Junior

aunque tan bien las hay 

cabronas y también depresivas,

buenotas y culerotas

de todos los cachos 

de la diversidad mundial,

puede ser cualquiera

Luego les enseñarán a manejar 

para agarrarles los cazoncityos sexis 

que se acabaron de comprar

con el dinero del lindo de Junior

o hasta de un Junior autofabricado

(pero estos ya son plato de otro bistec),

y ya que saben como llegar a la Plaza de sus sueños

o a sus súper favorito

les empiezan a prestar su gran sueño de la vida,

(y no nos referimos a la verga) :

el coche,

que puede ser de cualquier

y ya, cuando por fin el pequeño

Junior sale a la luz,

con su piel blanquita y ojos pispiretos,

con apenas unos gemiditos

porque todavía no le enseñan a llorar ni pedir,

Junior se pone tan contento 

que antes que la cuna

le compra a su amada una camionetota

blanca polarizada con llantotas

redondeada y con cajuela que se abre nomás con

apretar un botón,

y una hermosa silla para bebé,

¡y una doble, porque pronto tendremos otro!

puede ser cualquiera, 

una naca recogida y trucha,

una rubita fresita huerfana,

una negra raptada de Haití

o una cubana sacada de la habana

con todo y pedorro,

esa camioneta puede ser de cualquiera

porque para eso son

PARA NO AGUANTARLAS MÁS

porque ya con camionetota

e hijos

y lonja

y joroba

y patas chuecas

las demás mujeres 

necesitarán una camioneta 

para los ojos de Junior

que despegándose lentamente

sigue la misma dirección que su papá

que es la del éxito, los privilegios

y el desenfado con otras mujeres

o niños o machotes

según el factor fetiche de cada

amor y fidelidad por siempre

que las damas decidieron soportar:

que bien calladitas

soportan cada albúr del destino

mejorando así su situación como mujeres

y renovando cada año camioneta

a raíz de la presentación anual de impuestos

enchiladas salen las viejas

de comer tanta oreja en el pozole,

que de escuchar no se cansan

y de hablar no se diga.

pero no dejan de comer chile

ni de exprimir limón

y dale que le raspan a la tostada

como si fuera manda;

y los viejos que nomás piden pierna y lomo,

pollito aunque esté frío

pero sin pellejo que de eso

ya están hartos,

pechugas con cebollas

desflemadas pa amenizar la salsa,

y el oregano para profundizar en las relaciones,

irse ya llenos a reventar el flan,

la camionetota se vuelve caballo

y el humo nubes en la pradera,

con una extraña sensación

se limpian los dientes

con un palillo o dos,

según la paciencia y las fuerzas de cada estómago,

sonriendo, satisfechos

y cómodos de la monotonía

de tantos años,

renaciendo de una laguna existencial

y volviendo a sus ayeres

a la hora de la comida

Si señor, el orgullo de mi tierra

es aquel que no la olvida,

ni aunque las cenadurías se hayan

vuelto restaurantes

y aunque el petróleo nos haya sido saqueado

por los católicos impostores,

uno sigue siendo católico, 

tapatío, macho y hembra,

ciudadanos y ciudadanas

valiendo madre con orgullo

y lo mejor

disfrutándolo cuando se puede.

ahora que todo mundo escribe poemas

sobran las editoras 

que desdeñan poetas y poemas,

así que los "poetas" se quedan con su oficio de siempre

y escriben de lo difícil que es la vida para el poeta

y muestran lo bien que interpretan "el estado de cosas":

pues como las abstracciones y las verdades medias

y mafufas nunca dejarán de decir nada,

el mundo se malinterpreta

en la guía ciega del ego,

que escribiendo cualquier cosa

se justifica en su necedad de ser aceptado.